Reflexión sobre las medidas de protesta en el Sector de la Enseñanza Pública

REFLEXIÓN SOBRE LAS MEDIDAS DE PROTESTA MÁS ADECUADAS PARA SER
UTILIZADAS EN EL SECTOR DE LA ENSEÑANZA PÚBLICA EN EL CONTEXTO DEL 15M.
SOBRE LA NO IDONEIDAD DE LA HUELGA, EN EL SENTIDO TRADICIONAL DE LA
MISMA, COMO FORMA DE DENUNCIA CONTRA AGRESIONES A LA PROFESIÓN
DOCENTE Y COMO FORMA DE REIVINDICACIÓN DE DERECHOS EN LOS CENTROS
PÚBLICOS DE ENSEÑANZA. DOCUMENTO PARA EL DEBATE.

Jorge Díaz-Leza y Miguel del Mazo
Madrid, 10 de agosto de 2011

La no idoneidad de la huelga en el sector público de la Enseñanza

La huelga es un medio de protesta legítima en la defensa de los intereses de los trabajadores. Pero es necesario diferenciar el sector público de la empresa privada. Las huelgas tradicionales, consistentes en no ir a trabajar, pueden ser un arma muy poderosa en este último ámbito, pues está claro que perjudican a los beneficios del empresario capitalista. Los ciudadanos y ciudadanas conscientes, deberíamos apoyarlas totalmente.
Pero es momento de reflexionar y considerar las experiencias habidas en luchas pasadas
diferenciando las que se dan en empresas privadas y las que se producen en centros que
ofrecen servicio público a los ciudadanos como son los centros de la Enseñanza pública. ¿A
quiénes perjudicaría este tipo de huelga en este sector? Los principales afectados serían los
usuarios del servicio que intentamos proteger, en el caso de la Enseñanza, al alumnado y a
los padres y madres. Por lo que deberíamos preguntarnos, ¿realmente perjudica una huelga de profesores al gobierno de la CM, que es el culpable de los recortes? Tal vez no sólo no le perjudique, sino que además le beneficie a costa, para colmo, del sacrificio de los docentes. Los gestores que efectúan los recortes no llevan a sus hijos a la Escuela pública, por lo que les da igual que pierdan tiempo lectivo. Por otro lado, se ahorran un día de sueldo de los profesores que pueden gastarse en su coche oficial, la candidatura olímpica y bobadas varias en las que son expertos.
Es muy posible que una huelga en el sentido tradicional contribuya a reforzar la mala imagen de la Escuela pública: podría fomentarse la percepción de que, en ésta, aparte de los muchos problemas que ya de por sí tiene, además el profesorado se declara en huelga contribuyendo a la pérdida de tiempo lectivo para el alumnado y por lo tanto, ofreciendo una educación de peor calidad que la Escuela privada. Aprendemos a este respecto lo ocurrido hace no mucho en Chile, donde las huelgas en el Sector Público no sólo no sirvieron para nada, sino que contribuyeron a hundirlo más todavía, pues los conservadores, muy hábilmente, con su tan bien armada demagogia, dijeron “mirad el sector público lo ineficiente que es: todo el día de huelga. El sector privado es más eficiente porque la gente no hace huelga y no hace huelga porque funciona mejor”. Conociendo de sobra la demagogia del gobierno de Esperanza Aguirre, ¿no podría pasarnos algo parecido? Además, no seamos ingenuos, esta gente tiene un plan probablemente elaborado desde hace años para desmantelar el sector público y repartirse el pastel.       Con toda probabilidad, ya cuentan con la convocatoria de una huelga en el
sentido tradicional del término, pues viene siendo la reacción normal a cada uno de sus
ataques. Una huelga que sabrán darle la vuelta a su favor y en perjuicio de los convocantes
por medio de esos demagógicos y poderosos medios de comunicación que tan bien controlan.
Seguramente, ya tengan preparado lo que van a decir y cómo desprestigiar al movimiento
huelguista.
El personal docente de la Comunidad de Madrid puede, desde este planteamiento dirigirse a la sociedad de una forma semejante a ésta:
Estamos dispuestos a defender la calidad de la Enseñanza pública, cueste lo que
cueste, y por eso precisamente consideramos importante que nuestros chicos y chicas,
niños y niñas no pierdan una sola hora lectiva. Somos profesionales que damos un
servicio público de calidad, y es preciso que hagamos pública manifestación de que los
docentes hacen la defensa de su trabajo y de su labor docente con su presencia y su
dedicación en los centros públicos. Queremos protestar y que se oiga nuestra voz, pero
sin perjudicar a quien menos se lo merece, el alumnado. Defendemos la Escuela
pública con nuestra presencia activa y responsable en estos centros. Y con esta
defensa denunciamos ante la sociedad madrileña el gobierno autoritario de Esperanza
Aguirre, que cada día nos ahoga con recortes económicos que están deteriorando
seriamente la Enseñanza pública, pese a que nosotros lo pongamos todo de nuestra
parte. El problema no es nuestro, sino del gobierno de Aguirre, que no nos deja hacer
nuestro trabajo en unas condiciones mínimas de dignidad y de calidad en la labor
docente.

Acciones reivindicativas diferentes a la huelga tradicional

El movimiento 15-M, entre otras cosas, ha puesto de manifiesto la eficacia de otros sistemas no tradicionales de lucha y, la actividad sindical de los últimos años, nos ha hecho ver la ineficacia de los tradicionales en numerosas ocasiones. ¿Por qué no le damos una buena patada en el culo al discurso neoliberal, y a lo que éste se espera, con otras formas de reivindicación? ¿Por qué no les sorprendemos y dejamos sin argumentos con la convocatoria de actos reivindicativos diferentes a la huelga y caracterizados por el compromiso y la seriedad con la función docente?
Acciones de reivindicación y denuncia diferentes a la huelga tradicional pueden ser varias, es cuestión de pensar entre todos/as e iniciar acciones nuevas que sirvan para denunciar las agresiones que recibe la Escuela pública al tiempo que no alteran en lo más mínimo la
normalidad de la actividad docente. Proponemos como idea inicial dos acciones
reivindicativas, pero se pueden ir haciendo otras más:

Actos en defensa de la Escuela pública

Consistirían en actos informativos en cada uno de los centros dirigidos a los profesores/as,
realizados fuera del horario de las clases, y en los que se informaría de la campaña que se
está llevando a cabo contra las medidas del Gobierno de la Comunidad de Madrid. También se escucharían sus opiniones, se llevaría material informativo, hojas de firmas, etc. La finalidad de estos actos sería extender la información a través de los propios centros, y si fuera posible, establecer contactos con personal docente de estos centros, etc.

“Huelga a la Japonesa”: Jornadas en defensa de la Escuela pública

Aunque no se trate de una “huelga a la japonesa” en el sentido industrial del término,
estimamos que ésta es una buena definición pues se identifica rápidamente en los medios de comunicación y entre los profesionales del sector docente. Consistiría básicamente en que los centros estén abiertos durante un día en una franja horaria muy amplia, por ejemplo, de 9 de la mañana hasta las 21 o 22 horas, según la disponibilidad de las Asambleas que nacerían en los centros. Fuera del tiempo lectivo establecido, se impartirían y debatirían otros contenidos diferentes a los del currículo normal, como la necesidad de la Educación Pública, qué es el Estado del Bienestar, por qué son necesarios los Servicios Públicos, por qué hay sectores económicos interesados en la privatización de los mismos etc. En resumen, sobre algunos de los temas más importantes por los que se ha movilizado el 15M. Sería como una jornada de puertas abiertas en los centros en las que podrían participar (y, si se estima oportuno, impartir talleres, charlas y dinamizar debates) también los padres, gente de organizaciones y toda persona interesada. Probablemente sería la primera huelga de este tipo que se hace en España, por lo que podría llegar a tener un gran impacto mediático, así como neutralizar las  críticas de la derecha respecto a l@s emplead@s públic@s.

Ventajas de estas acciones reivindicativas en defensa de la Enseñanza pública

La “huelga a la japonesa” se podría promover fácilmente a través de los Medios de
Comunicación, ya que se trata una iniciativa muy original y llamativa. Además, muy
probablemente, sería la primera huelga de este tipo que se hace en España y así la
podríamos anunciar. Todo el mundo sabe lo que es una huelga a la japonesa y la idea sería
captada inmediatamente. Además, si apoya el 15-M se reforzaría más de cara a los medios,
pues están sacando bastante todo lo que se lleva a cabo desde este movimiento de
movimientos. A través de ella y de otras acciones que se realizaran, todo el mundo se
acabaría enterando del problema de los fuertes recortes en la Educación pública y de los
grandes problemas que generan. Los comunicados de prensa que se hicieran podrían llevar titulares del tipo: “La comunidad educativa y el 15M responden a los recortes de Aguirre con la convocatoria de una huelga a la japonesa”.
Ante una huelga tradicional, ellos saben manipular muy bien los datos de participación a su favor, así como generar virtualmente la apariencia de una jornada normal de trabajo. Lo hemos visto, por desgracia muchas veces en los últimos tiempos. Sin embargo, ante una
“huelga a la japonesa”, ¿cómo podrían hacer esto mismo? Además, probablemente, se
animarían a participar docentes que, por problemas económicos, no harían una huelga en el sentido tradicional, ya que, en este caso, no perderían nada. En el momento en que la mayoría de los centros decidieran hacerla, sería una jornada de huelga con bastantes posibilidades de éxito. Se desmontaría el discurso de la derecha contra los trabajadores públicos, en este caso los docentes.
Es muy posible que esta nueva forma de lucha ganara las simpatías de los padres y madres, la sociedad madrileña en su conjunto e incluso hasta de algunos votantes del PP. Porque el profesorado no protesta porque no quiera trabajar más horas, sino porque le privan de los medios y del personal para hacer su trabajo correctamente. Hay que poner un límite de dignidad ante las continuas agresiones realizadas por la sinrazón de los gobiernos del PP.
Los actos y las jornadas en defensa de la Escuela pública no supondrían ningún sacrificio
económico para las economías del profesorado, algo a tener muy en cuenta y que puede
pesar mucho en estos tiempos de crisis. Las huelgas tradicionales desgastan mucho, sobre
todo por este problema económico y es más difícil plantear, siendo realistas, huelgas que se alarguen en el tiempo. Además, podrían erosionar mucho al movimiento si salieran mal o si, simplemente, salieran regular. De alguna forma, la situación nos obliga a luchar por lo que es justo y legítimo y encontrar al mismo tiempo el medio de lucha que nos cargue de razones y de dignidad. Es con esta dignidad con la que vamos a tener una fuerza enorme en cuanto sepamos difundir este mensaje.
Una vez acordadas las acciones que se van a emprender, se expondrían a todo el profesorado convocando sucesivos actos, jornadas y otras acciones, para crear un estado de protesta legítima contra las agresiones que los gobiernos del PP de la Comunidad de Madrid están haciendo contra la Escuela pública madrileña.

 

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